ENFOQUE DE GÉNERO: LA IDEOLOGÍA DEBAJO DEL EUFEMISMO
La lideresa del partido Fuerza Popular, principal fuerza política en el Congreso peruano, la Sra. Keiko Fujimori, señaló en un medio de comunicación que se oponía a la enseñanza de la ideología de género, no obstante, estaba de acuerdo con el “enfoque de género”. Como resulta obvio, esta incongruencia debe ser aclarada lo más pronto posible (aunque algunos bien informados congresistas fujimoristas lo tienen muy claro), por lo que partimos señalando tajantemente que enfoque de género es igual a ideología de género. Aquí se lo contamos de forma breve:
El
documento “Orientaciones para transversalizar el enfoque de género en las
políticas públicas” elaborado por el MIMP, en su punto 2.3, señala que:
“(…).
Este enfoque analiza la realidad sobre la base de los conceptos sexo y género y
sus manifestaciones en los distintos contextos geográficos, sociales,
culturales, étnicos e históricos.” (pp.19).
Y
para darnos más luces sobre lo que se deriva de dicho enfoque, el documento
oficial en mención cita a la antropóloga feminista Marta Lamas:
“El
concepto de género nos ayuda a entender que lo que creemos características
naturales de hombres y mujeres no se derivan del sexo de las personas, sino que
son construidas culturalmente a través de las relaciones sociales y los
mandatos culturales.” (pp.20).
Utilizando
las mismas fuentes oficiales en la que el Estado basa sus políticas de género
se puede concluir que el enfoque de género no es más que una ideología igualitarista
y anticientífica que niega las diferencias naturales entre los hombres y
mujeres.
Ahora
bien, esta disociación entre sexo y género, permite a sus ideólogos, inferir la
idea de que el machismo es resultado de una construcción errada del género
masculino, al cual culpan de todos los males sociales, especialmente de todos
aquellos que afectan a las mujeres, por lo cual se debería erradicar.
Dicho
enfoque no hace más que vendernos la idea de que en el país los hombres odian a
las mujeres, y las matan o maltratan por el simple hecho de ser mujer y,
además, ocultar las verdaderas y más frecuentes causas de violencia, como son:
el alcohol, las drogas, los celos, los problemas de personalidad, los
trastornos mentales, la falta de control de ira, la falta de valores, etc., los
cuales no sólo afectan a las mujeres, sino a todos los miembros de la familia.
Por
eso, toda política con enfoque de género está orientada a distorsionar la
realidad, teniendo como premisa que la causa de la violencia contra las mujeres
se debe única y exclusivamente al machismo imperante, ya que según esta
perspectiva vivimos en una sociedad patriarcal heteronormativa, y por eso, no
hay mejor forma de combatirlo que aplicando enfoque de género.
Es
así como funciona el gran negocio de las ONGs asesoras que dicen luchar por las
mujeres. El distorsionar la realidad les permite seguir manteniendo vivo el
conflicto, inflar las cifras de violencia e impedir que disminuyan, lo cual les
brinda la posibilidad de seguir lucrando con el Estado a expensas de todos los
peruanos.
Con
esto no digo que no exista el machismo, entendiéndose como aquel complejo de
superioridad que algunos hombres tienen con respecto a las mujeres; pero sin
duda no es la principal, ni la más frecuente fuente de violencia contra la
mujer. Por eso, es necesario políticas limpias de toda carga ideológica y que
ataquen las verdaderas causas de la violencia, teniendo a la familia como su
principal objetivo de bienestar.
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